NESSUN DORMA DE GIACOMO PUCCINI
¡Nadie duerma! ¡Nadie duerma! Incluso tú, oh Princesa,en tu fría estancia miras las estrellas que tiemblan de amor y de esperanza. Pero mi misterio está encerrado en mí,¡mi nombre nadie sabrá! No, no, ¡sobre tu boca lo diré cuando resplandezca