El día del coro, en torno al campo de fútbol de Torrealta.

No se podría elegir un día mejor para pasar nuestro día de convivencia. Soleado y con ganas de pasarlo bien. Lástima que los eventos primaverales (léase comuniones, bodas, asuntos varios ) no permitieran asistir a familias que tradicionalmente comparten estas afinidades. El lugar es idóneo para este tipo de eventos. Amplios espacios y sombra en cantidad. Por supuesto cocinas (importante) , agua y aseos. No podía faltar nuestros cocineros de costumbre (Manolo y Pepe, padre de Adela) y además este año se le han sumado otros chef magníficos que hicieron las delicias de los presentes, no hay nada más que mirar las fotos para darse cuenta de lo bien que lo pasaron. Los juegos, tradicionales en su mayoría, fueron la delicia, sobre todo, de los más pequeños, aunque los mayores disfrutaron como niños. Aparte de los no hubo percances de importancia, tan solo la diversión como arma principal y la convivencia como algo intrínseco en todos los que allí se reunieron. El año que viene esperamos superar, como cada año, este día que ya cumpliendo once no ha perdido su interés y su buen hacer. Si quieres dar ideas para el año que viene, ya puedes empezar.